El reto de distribuir homogéneamente el agua en una parcela de cultivo no es tarea fácil. Durante el intento siempre se encuentran numerosas dificultades, las cuales al final de cunetas ocasionan una mala distribución y afectan fuertemente la producción de los cultivos.
Automatización del sistema. Se requiere de poca mano de obra, tanto en su maniobra como en las actividades de fertilización y deshierbe. El riego por goteo evita regar en áreas no objetivo, evitando la emergencia y crecimiento de malezas. Además, evita la proliferación de enfermedades al reducir el contacto directo del agua (humedad) con el follaje, tallos o frutos. Adaptabilidad. Puede instalarse en diversas condiciones topográficas y es muy versátil al uso de aguas de diferente calidad y limitaciones salinas del suelo. También permite irrigar y a la vez emplear maquinaria agrícola, cosechar, asperjar, etc.
Costos. Requiere de alta inversión inicial. Su uso se limita a cultivos de alto valor económico y no es aplicable en cultivos densos. Manejo. Se necesita poco personal para operarlo, pero es de mayor complejidad que los sistemas tradicionales. Debe existir un programa de mantenimiento constante de las líneas regantes y cabezal, ya que fácilmente se pueden obstruir emisores, sobre todo cuando se utiliza agua de mala calidad. Extraído de https://www.intagri.com/articulos/agua-riego/sistema-de-riego-por-goteo - Esta información es propiedad intelectual de INTAGRI S.C., Intagri se reserva el derecho de su publicación y reproducción total o parcial.
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Finalmente, el diseño hidráulico determina las dimensiones de los diferentes componentes del sistema, garantizando que funcione adecuadamente con altos niveles de uniformidad. El dimensionamiento del sistema está determinado por las condiciones de operación previstas, en función de las características de la topografía, el suelo y el cultivo.
Cuando los sistemas de riego son diseñados adecuadamente se logran resultados productivos y económicos mayores. Sin embargo, estos resultados son el producto de un buen diseño, operación y mantenimiento del sistema. Por eso es indispensable mantener un continuo monitoreo y evaluación del funcionamiento del sistema, a fin de detectar y corregir oportunamente las eventuales fallas y deficiencias que puedan presentarse. El monitoreo y evaluación deberá estar centrado en: Comprobar el estado de los diferentes componentes de la instalación y si el manejo de los mismos es el adecuado. Determinar la uniformidad en la distribución del agua de riego. Evaluación del manejo del riego. Determinación de la calidad de las tuberías.