Una alimentación saludable, proporciona los nutrientes necesarios para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, desarrollo y crecimiento adecuado, etc.
Llevar una dieta sana ayuda a prevenir la malnutrición, así como enfermedades. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados y la rápida urbanización han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio.