Ana Frank nace el 12 de junio 1929 en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno, donde la familia de su padre lleva viviendo varias generaciones. Margot, hermana mayor de Ana, es tres años mayor que esta. La crisis económica, el surgimiento de Hitler y el creciente sentimiento antisemita en la sociedad ponen fin a la tranquila vida de la familia. Otto Frank y Edith, su esposa, deciden – como muchos otros judíos – dejar Alemania.
El 5 de julio de 1942 llega una citación por correo para Margot Frank: tiene que presentarse en un campo de trabajo en Alemania. Inmediatamente, al día siguiente, la familia Frank pasa a la clandestinidad. Una semana más tarde se agrega la familia Van Pels y, en noviembre de 1942, llega el octavo escondido: el dentista Fritz Pfeffer. Durante más de dos años permanecen escondidos en la Casa de Atrás. Los escondidos no tienen que hacer ruido, sienten miedo con frecuencia y, bien o mal, tienen que pasar el tiempo juntos. Reciben ayuda de los empleados de oficina.
Poco antes de tener que esconderse, Ana recibe un diario personal como regalo de cumpleaños, en el que comienza inmediatamente a escribir. Durante el periodo en que estuvo escondida, Ana escribe sobre lo que ocurre en la Casa de Atrás y sobre sí misma. El diario es un gran apoyo para Ana, quien también escribe en él cuentos cortos y colecciona citas de escritores en su Libro de Frases Bonitas
Otto Frank es el único de los ocho escondidos que sobrevive a la guerra. Durante su largo viaje de regreso a los Países Bajos es informado de que Edith, su esposa, ha muerto. Aún no sabe nada sobre sus hijas, y abriga esperanzas de poderlas volver a ver con vida. A principios de junio llega a Ámsterdam. Se dirige directamente a la casa de Jan y Miep Gies, con quienes vivirá durante siete años. Otto Frank intenta dar con sus hijas, pero, en el mes de julio, recibe la noticia de que ambas han muerto en el campo de concentración de Bergen-Belsen, a causa de enfermedades y penurias. Miep Gies le entrega entonces las hojas del diario de Ana. Otto lee el diario y encuentra en él a una Ana muy distinta de la que conocía. Está muy impresionado.
Ana escribió en su diario que, más tarde, quería ser escritora o periodista, y que quería editar su diario en forma de novela. Amigos de Otto convencen a este de la gran elocuencia del diario. El 25 de junio se edita el diario bajo el título de «La Casa de Atrás», en una tirada de 3.000 ejemplares. Le seguirían muchas reimpresiones, traducciones, una pieza teatral y una película. Personas de todo el mundo toman conocimiento de la historia de Ana Frank. Durante los años siguientes, Otto Frank contesta miles de cartas enviadas por gente que ha leído el diario de su hija. En 1960, la Casa de Ana Frank se convierte en museo. Otto Frank permaneció vinculado a la Fundación Ana Frank y bregó por los derechos humanos y el respeto entre las personas hasta su muerte, en 1980.