Destaca la importancia de las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche desnatada y desnatada y los productos lácteos. Incluya una variedad de alimentos proteicos como mariscos, carnes magras, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), productos de soya, nueces y semillas.
1. Evitar las comidas procesadas.
2. Consumir grasas buenas.
3. Limitar el consumo de azúcar y sal.
4. Aumentar el consumo de frutas y verduras.
5. Elegir cereales integrales.
6. Hacer cinco comidas diarias.
7. Cocinar en casa.
8. Aumentar el consumo de agua.