Las grandes distancias que impiden asistir a la escuela ya no es un problema con esta modalidad educativa. Hoy en día la población puede acceder a este tipo de educación desde dónde resida.
Es una excelente herramienta para mejorar el desarrollo académico y profesional de la población adulta.
La educación a distancia permite concluir los estudios postergados.
Flexibilidad de horarios, lo que facilita la organización del tiempo del alumnado respetando la vida familiar y las obligaciones laborales.
Supone bajo costo.
Se cuenta con un docente muy participativo desde antes de abrirse el curso (escribiendo contenidos acompañado de especialistas en diseño gráfico y pedagógico) y durante el curso.
Atención personalizada pues el tutor acompaña, supervisa y corrige de manera individual.
Es un método que le enseña al alumno a aprender. Le instruye en las técnicas del autoaprendizaje y la autoformación las cuales reforzadas con la tecnología de la información permiten un aprovechamiento más completo en lo que a contenidos se refiere.
Elimina las barreras geográficas, la población puede acceder a este tipo de educación independientemente de donde resida.
Debido a su comodidad, el alumno tiene la capacidad de manejar el tiempo dedicado a cada actividad de acuerdo a sus otras actividades o a la rapidez con la que avance permitiendo ser flexible el tiempo de término de la carrera, dotándole de más independencia al construir su conocimiento.
Dificulta transmitir y conservar determinados contenidos actitudinales para mejorar la socialización.
Se pierden igualmente otros objetivos del ámbito afectivo y actitudinal, formación y cambio de actitudes de los alumnos así como los del área psicomotriz que no atiendan a capacidades que se expresen por escrito, se suelen lograr de manera más efectiva mediante los contactos personales.
Al eliminarse la interacción social en presencia la comunicación se reduce a un solo canal y resulta menos profunda, por lo que es posible que el alumno se aisle y desmotive, ante ello, es necesaria una intervención activa del profesor tutor.
La diversificación y ampliación de la oferta educativa de distintos cursos y niveles va en aumento aunque no se ha logrado cubrir al 100 %.
Ofrece limitado intercambio directo de experiencias que proporciona la relación profesor-alumno y alumno-alumno.
Posibles retrasos en la retroalimentación (feedback) y rectificación de posibles errores.
La desconfianza que se genera en el alumnado ante la falta de comunicación entre el profesor y sus alumnos, sobre todo en el proceso de aprendizaje y de evaluación académica en el caso de que no haya tenido un curso propedéutico adecuado.
La posibilidad de que una persona diferente al alumno haga sus actividades.
Realizar la actividad no presencial requiere de espacios dentro de la esfera personal, familiar o laboral, lo que en ocasiones dificulta el aislamiento y la concentración.
Una formación académica distinta a la tradicional requiere de cierto nivel de adaptación que puede resultar difícil para algunas personas.