Caminar por fe es una experiencia sobrenatural, no existen barreras que nos impidan hacer realidad los sueños de Dios en nuestra vida. Lo mejor que le puede pasar a una familia, son capaces de superar los conflictos. Es a través de la fe como podemos ayudar a crecer a los demás, haciendo de ellos hombres y mujeres de paz para la sociedad.
1. La fe de un Esposo (He11:8) Dios en su soberanía estableció al varón como cabeza de la familia y responsable de la dirección de su hogar. Esta delegación de su autoridad en el varón, exige que este viva bajo la autoridad de Aquel quien se la delegó. El secreto de un varón sabio, que guía su casa con acierto, consiste en buscar dicha sabiduría en el corazón de Dios. (Pr 3:13-14)
Abraham representa al hombre sabio que comprendió que el camino seguro para su casa, sería el indicado por Dios. En ocasiones consideramos que las decisiones basadas en nuestro criterio y experiencia son suficiente, pero con el tiempo resultan ser equivocaciones.
2. La fe de una Esposa (He 11:11) Una mujer que camina por su fe, es una mujer que cree en y le cree a Dios, una mujer soportada en las promesas hechas por el Señor a su vida y a los suyos. Equilibrada, Alegre, Fuerte, Generosa, Compasiva, Sabia
Una mujer de fe es respetada por su esposo y por sus hijos. Es una mujer temerosa de Dios, de quien recibe todos los días la gracia y las bendiciones que él ha dispuesto para enriquecerla cada vez más. (Pr 31)
3. La fe de un Padre (He 11:7) No ha existido un padre que haya tenido que levantar sus hijos en un ambiente más hostil que Noé. Era tanta la maldad que se vivía en la tierra, que El Señor decidió destruirla a través de un diluvio. Gn 6:5-7
A pesar de la condición social tan deplorable, Noé logró sacar adelante a sus hijos, como hombres temerosos de Dios, quienes al igual que su padre, creyeron a todo lo que Dios les indicó (Gn 6:9-10)
4. La fe de un hijo (He 11:22) José representa al hijo que creyó a su padre y vivió para honrar su nombre y perpetuarlo. La orden que Jacob da respecto de sus huesos, la da estando convencido que regresarían de Egipto, a la tierra que Dios había prometido a sus padres (Gn 48:21)
El único de los doce hijos de Jacob que creyó fue José, quien menos tiempo pasó al lado de su padre. Fue él quien se encargó de que estas promesas se cumplieran, cuidando y preservando la vida a sus hermanos. (Gn 47:12)
Aplicación Teoterápica La familia que da lugar a la presencia de Jesús, será guiada por el Camino de la Fe, por el cual se transita sin temor y que siempre se llegará a un puerto seguro. Los hombres y las mujeres de fe, levantaron hijos de fe, preparados para afrontar la vida sin temor a fracasar. Hijos que se proyectan sobrevolando los vientos adversos, convirtiéndose en el mejor aporte para la paz de nuestros pueblos.