Descender la carretera de la muerte, considerada la más peligrosa del mundo, atrae a miles de ciclistas a Bolivia anualmente. A lo largo de sus 64 km, es un descenso de casi 4.000 metros desde las alturas de los Andes a la selva húmeda conocida como Yungas. Construida en los 1930s, la antigua carretera Yungas ha cobrado muchas vidas a lo largo de su historia. Aún así, continúa siendo una de las mayores atracciones turísticas de Bolivia.