Haiku Deck ofrece la posibilidad de construir diapositivas minimalistas formadas por una imagen de fondo, un título y un subtítulo. Nada más.
Es ideal para gente a quienes les cuesta mucho simplificar, puesto que es el propio programa el que les impide añadir más contenido. Al igual que ocurre con el haiku, uno debe limitarse a los pocos elementos que permite su estructura para contarlo todo. De modo que el peso de la presentación no recae nunca en el software sino en el ponente, el verdadero protagonista.