Aunque sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX basados en la propuesta de Isadora Duncan, se ha nutrido de numerosos estilos y técnicas durante todo el siglo XX. Redefine su esencia a su paso por la escuela pos moderna de los años 60 y 70. La danza contemporánea puede hablar de un concepto, describir un ambiente, o presentar su propia estética. No siempre tiene que contar una historia.