El reino de Cerdeña-Piamonte, encabezado por el rey Víctor Manuel II, y el ministro Camilo de Cavour, llegaron a un acuerdo con Napoleón III de Francia para expulsar a los austríacos de Italia.
En la confederación germánica las ideas de la revolución francesa y la invasión de Napoleón incubaron en un sentimiento de identidad que creció con el tiempo.
Las facilidades de las condiciones para el intercambio económico motivaron a Guillermo I de Prusia y el ministro Otto von Bismarck a buscar la Unificación de la confederación bajo un mismo gobierno.