El marxismo propuso una metodología, llamada Materialismo histórico, para comprender el desarrollo de las sociedades a lo largo de la historia. Según ella, la historia es empujada hacia adelante por las tensiones entre las clases sociales, por hacerse con el control de los medios de producción.
El Partido Comunista lideraría la deposición popular del gobierno zarismo y luego transferiría el poder del gobierno a la clase trabajadora; que el cambio de la clase dominante - de la burguesía al proletariado - hace posible el establecimiento del socialismo.
Sosteniendo que el poder político surge del cañón de un arma, el maoísmo enfatiza la lucha revolucionaria de la gran mayoría de la gente contra las clases explotadoras y sus estructuras estatales, que Mao denominó una guerra popular.