La contabilidad consiste en registrar todas las operaciones económicas para poder saber de dónde ha venido todo lo que la empresa tiene, dónde ha ido y cuánto queda.
Esta se basa en que no hay deudor sin acreedor; por lo tanto, en cada asiento contable intervienen, al menos, dos cuentas contables: una por el debe y otra por el haber (pérdidas y ganancias).
Dicho de otra manera, están obligadas a llevar contabilidad las siguientes empresas:
Personas jurídicas: por ejemplo, sociedades limitadas, sociedades anónimas, cooperativas, etc.
Las personas físicas (autónomos): en caso de estar en el régimen de estimación directa normal.