El aprendizaje es concebido como el cambio de la conducta debido a la experiencia, es decir, no debido a factores madurativos, ritmos biológicos, enfermedad u otros que no correspondan a la interacción del organismo con su medio
El tema relacionado con la formación de hábitos alimentarios y conducta alimentaria tiene gran trascendencia, especialmente si tenemos en cuenta que sus desviaciones pueden ocasionar dos situaciones extremas:
Cuando hablamos de conducta alimentaria nos referimos al comportamiento normal relacionado con los hábitos de alimentación, la selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades ingeridas de ellos, advirtiendo al respecto que en forma general los patrones alimentarios se forman y se aprenden, mas no se heredan, mediante un proceso que ocurre en los primeros años de vida.
las preferencias y los rechazos hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el aprendizaje y las experiencias vividas en los primeros cinco años de vida.
Conductas de ocio, como ver la televisión, dormir, hablar por teléfono acostados en su cama o sofá o simplemente a no hacer nada están acompañadas de hábitos alimenticios no saludables como el consumo de alimentos ricos en grasas, carbohidratos y azúcares.
Por otra parte, existen personas que presentan comportamientos totalmente contrarios, es decir, realizan demasiada actividad física, en su mayoría actividad deportiva y disminuyen los tiempos y cantidades de alimento que consumen
Las personas en general emiten la conducta alimentaria por placer, condiciones sociales, pasar el tiempo, disminuir la ansiedad o, a veces, saciar el estado de hambre, que en muchas ocasiones no es más que una sensación aprendida, es decir, condicionada por horarios, lugares o personas.
La mayoría de las personas en el mundo no presentan sensaciones reales de hambre, dado que no se encuentran en déficit de alimento y por lo tanto de glucosa dentro de sí mismos, sino que, activan la sensación de hambre debido a aprendizajes establecidos previamente en donde se conjuga la interacción con el ambiente y todo el sistema biológico, endocrino y fisiológico. En muchos casos, estas sensaciones corresponden a condicionamientos clásicos a lugares, momentos y olores, entre otros, que al presentarse, activan respuestas motivacionales, induciendo a comer.