La forma hemorrágica del dengue es más grave y se asocia con pérdida del apetito, vómitos, fiebre alta, dolor de cabeza y dolor abdominal. Pueden ocurrir shock e insuficiencia circulatoria.
Durante la primera semana de la infección, el virus del dengue se encuentra en la sangre de la persona infectada. Si un mosquito pica a una persona infectada, el mosquito se infecta. Después, el mosquito infectado puede transmitir el virus a otras personas al picarlas.
Sin tratamiento, puede aparecer la deshidratación, una hemorragia grave y una caída rápida de la presión arterial (choque). Estos síntomas ponen en riesgo la vida y requieren atención médica inmediata.