Bowlby estuvo interesado en el apego por los efectos adversos y aparentemente irreversibles de una dipravación institucional. Él se sorprendió de la inhabilidad de personas que habían sido criadas en una institución de crear apegos más adelante en su vida. Como no pudieron tener relaciones intímas de pequeños, hizo que sus relaciones se mantivieran superficiales de grandes.
Los niños en instituciones son cuidados por diferentes personas todo el tiempo. Quienes satisfacen sus necesidades fisiolígicas pero no interactúan con ellos. No hay nadie que pueda oir sus llantos, retornar una sonrisa o hablarles cuando balbucean. Por lo que es difícil para ellos establecer una relación con alguna otra persona. Los niños que tienen una privación severa, es posible que no puedan desarrollar habilidades sociales. Sin embargo, se ha visto que una intervención terapéutica puede compenzar estas privaciones antes de los 2 años.
Por lo que se sugiere que el apego temprano cre un modelo de trabajo interno. Es escencialemnte un modelo interno del si mismo, del cuidador y la relación entre ellos dos. Son una serie de expectativas internas sobre cómo funcionan las relaciones y se cree que esto, influencia la respuesta del niño con otros, incluso en la adultez. Por lo que si el modelo interno de relaciones se basa en relaciones no adaptativas, es probable que repita el patrón de comportamientos más adelante. Este esquema no solo se hace en relación a una persona, sino con todas las personas con las que el niño crea una relación lo que genera un repertorio más amplio de respuestas. No creía que este modelo fuera mermanente e inalterable sino que puede modificarse cuando el niño hace otro tipo de relaciones.