UN VIAJE
Published on Nov 06, 2015
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PRESENTATION OUTLINE
La Biblia enseña que no son los lugares los que bendicen las vidas, ni siquiera Israel.
Dios no actúa en nuestra vida para bendecirnos si no lo permitimos.
Él nos ha hecho libres para aceptar o no, la vida abundante que nos ha preparado.
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Aunque cada año, Elcana, subía con su esposa Ana, con Penina y con sus hijos a Silo, para adorar y ofrecer sacrificios por su familia a Dios, y daba a Ana una parte especial; aun así ella no podía experimentar la respuesta a su gran necesidad.
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1. DIAGNÓSTICO: UN CORAZÓN DURO
Photo by David Berkowitz
Ana conocía a Dios pero su alma estaba estéril y por consiguiente su vientre (vers. 6-8)
¿Tienes un corazón duro? De pronto, has sentido que tu corazón parece de piedra.
Esto se presenta cuando no podemos responder a las necesidades de otros, aunque la razón nos dice que debemos hacerlo.
El corazón endurecido y herido necesita ser sanado. No basta con sanar los malos recuerdos; hay necesidad, ante todo, de sanar el corazón.
Photo by betta design
¿Cómo se manifiesta un corazón duro?
- Cuando nos exigimos perfección, o la de los demás; exigimos lo imposible; sentimos miedo exagerado por el futuro; experimentamos sensación de soledad; no hay crecimiento espiritual; los deseos y las actitudes están mal centrados (Santiago 4:1-10).
- Cuando nos cuesta creer y aceptar los milagros; somos afectados por la herencia que traemos (2 Crónicas 30:8).
- Surge la soberbia, o nos obstinamos en pecar y contagiar a otros (Salmo 1:1)
Photo by matas.p
En la Presencia de Dios, el Espíritu Santo confronta a Ana con su propia realidad y coloca en ella la disposición para dejarse tratar y ser transformada (vers. 9-10).
Dios sana primero nuestro espíritu, quita nuestra dureza, nos hace libres del egoísmo y nos lleva comprometernos con el que sana (vers. 11-17).
Photo by beggs
El corazón no está diseñado para dar órdenes, sino para acatarlas voluntariamente.
- Cuando el ser humano pecó, murió espiritualmente, y con su espíritu muerto, ya no podía conocer la voluntad de Dios.
- Cuando recibimos a Cristo, recibimos vida en nuestro espíritu. Recibimos un corazón nuevo y, por primera vez, funcionamos conforme al diseño con el cual fuimos creados (Ezequiel 36:26.)
- Tener un corazón es tener una nueva oportunidad de elegir entre la carne (él mismo) y el Espíritu (Dios).
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1. Reconoce la necesidad de perdonar. El tratamiento se inicia cuando, voluntariamente volvemos nuestro corazón a Dios; oímos y obedecemos su voz (Hebreos 3:15 y 4:7).
2. Confiesa las actitudes y sentimientos negativos (I Juan 1:9).
3. Perdona a los que le han herido, y pida perdón, si ha hecho daño (Mateo 5: 23-24).
4. Aprópiate del amor restaurador de Dios y de su perdón, viviendo día a día la identificación en Cristo Jesús (Efesios 2:5-9).
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4. VIDA DE MILAGROS
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Ana confió y regresó descansada, tranquila, feliz, esperando los milagros del Dios de Israel (ver. 18-19)
Photo by txikita69
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Visitar Israel aún con los mejores propósitos de encontrarnos con Dios no es suficiente para experimentar la total sanidad y libertad a nuestra vida.
Así como Ana, debemos aprovechar la bendición de subir a la tierra de Dios, para tener un encuentro definitivo, que transforme nuestra vida.
Es necesario derramar el alma delante de Dios.
Llegar al Muro y depositar toda nuestra fe, arrodillarse en Getsemaní y entregar la voluntad, sumergirse en el río Jordán y dejar toda la enfermedad y el dolor, entrar a la Tumba Vacía y experimentar al Resucitado que nos hace completamente libres y capacitados para vivir la vida plena y feliz.
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