Infortunadamente, Portocarrero murió en el 7 de abril 1985. Sus obras están en muchos lugares como Río de Janeiro, Nueva York, San Francisco, París, y más.
Portocarrero inspiró mi pintura porque me gustan sus colores vivos y sus pinturas felices. Mi cuadro es surrealista y es una mujer llena de mucha alegría porque in toda la belleza del universo, Dios la ama.