Son indispensables para el mantenimiento de la Tierra, dado que participan en procesos de descomposición de materia orgánica muerta para devolver nutrientes al medio.
Existen bacterias que viven en diversos órganos del cuerpo humano, como la piel, la boca la nariz y el intestino, que impiden que se desarrollen microorganismos dañinos para nuestro cuerpo.