El año 1700 marcó un profundo cambio en la cultura española, subrayado por una guerra y por una nueva dinastía real, hasta el punto de que la historia de España puede dividirse en dos etapas, partidas por esta fecha.
El siglo XVIII desemboca en una guerra antifrancesa, pero también civil, ya que dividió a España en dos bandos que se enfrentarán constantemente hasta la Guerra de 1936 y hasta nuestros días.
Desde 1700, las diferencias en la vida cultural española se harán sentir paulatinamente:
La más profunda fue la ruptura con la tradición latina y el acercamiento irregular al mundo griego. El estudio de la cultura clásica choca con la recomendación, típicamente ilustrada, de aprender lenguas vivas, como el inglés y el francés, y no prolongar el interés por una Antigüedad que se considera agonizante.