Es un constante proceso que permite la regeneración cutánea. Las células muertas, poco a poco, se van desprendiendo y si no se retiran a tiempo pueden crear una barrera poco saludable debajo de la cual se esconde la suavidad de la piel. Existen diversos factores determinantes que lo ralentizan, como el paso de los años, el estrés, una mala alimentación y la falta de cuidados oportunos