Durante la Segunda Guerra Mundial, la estatua fue volada el 31 de mayo de 1940. Fue el primer monumento que fue destruido por los ocupantes alemanes en Varsovia. Según la leyenda local, al día siguiente se encontró un letrero escrito a mano en el sitio que decía: "No sé quién me destruyó, pero sé por qué: para no jugar la marcha fúnebre de su líder".