La solución que ha propuesto una empresa malagueña asociada con el CSIC consiste en hacer circular el agua fría detrás del panel de manera que refrigera al mismo y mejora su rendimiento, el cual comenzaba a bajar notablemente según ascendía su temperatura.
EXPERIMENTO
Para dicha prueba se emplearon 2 paneles solares fotovoltaicos de 6 W de potencia y de unas dimensiones de 300x 220 mm. Uno de ellos se transformo para hacerlo híbrido, mientras que el otro se quedó como unidad de control.
El circuito térmico contaba con una bomba de pequeñas dimensiones y un depósito acumulador de 2 litros de agua. Todo el sistema se monitorizó con unidades de medición convenientemente testadas.
Tras exponerlo al intenso sol del verano español y de realizar la prueba en repetidas ocasiones, los resultados arrojaron que el sistema había entregado un 26% más de energía eléctrica y en tan solo una hora había calentado 2 litros de agua a la temperatura de 54 grados centígrados.