Trabajo en Madrid como criado de la familia Vargas. Ahí vivió en la casa para los mozos de labranza, junto a la parroquia de San Andrés, donde nació su único hijo.
Era labrador y carpintero de vida sencilla. Tenia fe y devoción a la Virgen y espíritu caritativo.
Todas las mañanas acudía a la Iglesia de Santa Maria de Concepción y a la ermita de Santa Maria Magdalena. Por las tardes repetía sus itinerario marianos, esto provocaba criticas de sus compañeros.
Se consagro a los pobres, su esposa compartía su amor por los mas necesitados.
Su patrón fue testigo de algunos de sus milagros por lo que cuando él murió, el 30 de noviembre de 1172 a los 90 años, todos lo consideraban ya un santo.
Fue beatificado en 1619 con 438 milagros aprobados.
Fue beatificado en 1619 con 438 milagros aprobados.