Tu vida puede ser una gran historia.

Cuál es la historia que quieres contar?

En base a mi pasada experiencia, mi situación actual y en linea con mis futuros sueños y esperanzas... Qué es lo mas sabio que puedo hacer?

Para ser trascendente lo único que tienes que hacer es marcar la diferencia con otros, donde quiera que estés, con lo que sea que tengas, día a día.

¿Sencillo? Tal vez, pero la mayoría no lo hacemos. Tal vez nos quedamos pasivos, esperando que las cosas cambien. O tal vez creemos que no podemos cambiar nuestro mundo alrededor, y por eso nos rendimos simplemente antes de empezar.

Y ese es el problema: aunque no lo hagamos todos estamos llamados a cambiar y mejorar nuestro entorno. Sin importar si nuestro ambiente es pequeño o es el mundo entero, estamos llamados para ser agentes de cambio, y estamos llamados a ir un paso más allá. Usando las palabras de Maxwell, estamos llamados a ser los protagonistas de nuestra propia historia. Y eso es vivir intencionalmente.

Marcar una diferencia no se trata de enfocarme en mí sino de enfocarme en los demás, y si realmente quiero vivir una vida significativa (es decir vivir intencionalmente), esto implica hacer algo por alguien más.

¿Cómo hacerlo? Esta primera parte, la cual está dividida en dos capítulos en el libro de Maxwell nos relata dos verdades esenciales:

Comienza en pequeño pero cree en grande.
Busca y no te detengas hasta encontrar tu porqué, es decir tu propósito en la vida mientras que sirves a otros.

Comenzar en pequeño

John Maxwell brinda cuatro pasos concretos para comenzar en una pequeña escala a hacer una diferencia, los cuales detalla muy bien en su libro, pero aquí solo los enumeraré:

Comienza donde te encuentras.
Comienza con lo tuyo (lo que te hace único)
Comienza a cuidar tus palabras (pues eso afecta tu mentalidad)
Comienza haciendo cambios pequeños (pues todo comienza con pequeños pasos).

Cree en grande

Sencillamente, quien no cree no logra. Y es fundamental para hacer una diferencia que tú y yo creamos que podemos hacer un verdadero impacto en el mundo.

¿Qué debo creer? Bueno, el autor presenta cuatro verdades fundamentales sobre las creencias, las cuales simplemente presento a modo de lista:

Debo creer en mí mismo.
Debo creer en mi misión.
Debo creer en mi gente.
Debo creer en Dios.
Más allá de tus creencias o cosmovisión en la vida, te desafío a leer esta sección del libro pues sin duda alguna nos motiva y nos cuestiona sobre lo que creemos, ya que nuestras creencias limitan nuestras acciones.

John Maxwell dice : "El error está en buscar el éxito cuando deberíamos buscar trascendencia, y eso
solo se logra enfocándose en los demás."

El servicio a otros solo se da desde el punto óptimo

Uno de los errores en los que se puede caer después de leer el capítulo 5 "Ponga a las demás personas primero" es que podemos estar tentados a pensar que la única forma de tener trascendencia es a través de obras sociales o ayudar en algún tipo de fundación sin ánimo de lucro.

Pero no es así, pues cada uno de nosotros tiene una combinación única de dones, talentos y recursos donde podemos aportar el mayor valor a los demás.

Para el caso de Maxwell, su punto óptimo es la comunicación y el liderazgo. ¿Cuál es el tuyo?

En esta sección del libro (es el capítulo 6) hay muchas ideas que nos llevan a reflexionar sobre nuestro impacto en otros. Aquí solo quiero mencionar algunas de ellas:

La indiferencia es incompatible con la trascendencia.
No se trata de hacer algo por la gente, se trata de hacer algo con la gente.
Desde donde estés, puedes hacer algo por los demás. No necesitas más condiciones o circunstancias, solo comenzar.
Aunque este es uno de los capítulos donde el autor presenta más información práctica y útil para reinventarnos y descubrir nuestro punto óptimo, quiero simplemente cerrar con dos ideas sobre lo que Maxwell habla sobre el punto óptimo:

La primera idea tiene que ver con lo que el autor denomina los cinco valores para añadir valor a los demás, cinco ideas que realmente nos hacen reflexionar sobre como vemos nuestra vida, y porque a veces nos cuesta tanto dar valor a otros.

Para añadir valor a los demás primero debo valorarme a mí mismo.
Para añadir valor a los demás primero debo valorarlos como personas.
Para añadir valor a los demás debo valorar lo que los demás han hecho por mí.
Para añadir valor a los demás debo reconocer lo que los demás valoran y relacionarme con ello.
Para añadir valor a los demás debo hacerme más valioso.
Y la segunda idea tiene que ver con las tres preguntas que debemos hacernos para identificar nuestro punto óptimo:

¿Qué me ha sido dado? (ver al pasado)
¿Qué tengo que dar? (Ver al interior)
¿Qué puedo hacer? (Ver hacia afuera)
Dos preguntas para hacernos (tú y yo) son: ¿qué tanto añadimos valor a los demás? Y ¿qué tanto nos estamos esforzando por enfocarnos en ese punto donde damos el mayor valor?